Si establece un vínculo con una persona, la envuelve con sus alas suaves y bellas y le canta en susurros.
Habita en montañas de más de 3000 m de altura. En ocasiones se acerca a los pueblos para jugar con los niños.
Durante la etapa de crecimiento, muda muchas veces de piel y se protege mediante una cascada.
La protuberancia en forma de espiral que tiene en el lomo contiene su cerebro y su corazón, así como el resto de sus órganos vitales.